Cataluña votó NO a la independencia si atendemos al número de votos emitidos en las elecciones autonómicas catalanas del domingo 27 de septiembre de 2015, aunque los partidos que llevaban en su programa el declarar la independencia de España de forma unilateral obtuvieron la mayoría de escaños.
Junts pel Sí y la CUP obtuvieron la mayoría absoluta del Parlamento autónomo. Pero los dos partidos no lograron rebasar el 50% de los votos. Ciudadanos, segunda fuerza, destronó al PSC y al PP como principales formaciones no independentistas en Cataluña.
Mas y el conjunto del independentismo habían planteado el 27-S como un plebiscito sobre la independencia, algo que el resto de partidos acabaron por asumir no sin avisar antes de que nunca aceptarían la secesión unilateral. El independentismo se quedó con el 47,8% de los votos. Con todo, la victoria de los independentistas en las elecciones es inapelable. En escaños, Junts pel Sí consiguió 62, a los que hay que sumar los 10 de la CUP. Con 72 escaños el independentismo tiene la mayoría absoluta del Parlamento, situada en los 68 diputados.
Ciudadanos fue el gran vencedor de la noche, pese a quedar a casi 40 escaños del ganador. El partido logró el segundo puesto del Parlamento catalán con 25 diputados, un resultado inimaginable para la formación de Albert Rivera hace apenas dos años. Ciudadanos ha capitalizado, pues, el voto de los contrarios a la independencia por desespero de los socialistas y, especialmente, del PP, que se han visto relegados.
Los otros partidos de ámbito nacional cosecharon malos resultados. Solo el PSC salvó los muebles gracias a la extraordinaria movilización del cinturón industrial de Barcelona, que llevó la participación global hasta el 77%. El partido de Miquel Iceta perdió cuatro de los 20 diputados que tenía, un resultado mediocre que quedó disimulado por la falta de una mayoría absoluta de Junts pel Sí y por el desplome del PP que se quedó en el penúltimo puesto del Parlament con solo 11 escaños.
También obtuvo un pésimo resultado la confluencia entre Podemos e Iniciativa (Catalunya sí que es Pot). La formación que ha avalado el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se ha quedado con 10 escaños, tres menos de los que logró ICV en solitario hace tres años.
Peor le fue todavía a Unió Democràtica, la escisión de CiU, que se presentaba con un programa nacionalista no rupturista. No logró ni un solo diputado. Su líder, Josep Antoni Duran, puso el cargo a disposición del partido.