HISTORIA


«El Templo del Sol» es un relato fascinante. Tintín, Haddock y Zorrino (el niño que les conduce por los Andes) viven aventuras extraordinarias y el lector con ellos. El dibujo es extraordinario y la fantasía de Hergé prodigiosa.
La cordillera de los Andes se formó a finales de la Era Mesozoica, en el Cretácico superior, entre 100 y 65 millones de años atrás debido al movimiento de subducción de la placa de Nazca bajo la Placa Sudamericana. Es la época de los dinosaurios, tiranosaurios y los grandes depredadores marinos como los plesiosaurios. Los continentes en estos tiempos ya estaban separados con una forma parecida a la actual.
CONTENIDO

Tintín y Haddock llegan en avión a Perú  y en el puerto de El Callao esperan la llegada del barco mercante Pachacamac, donde se supone está secuestrado el profesor Tornasol. Sin embargo, el barco se declara en cuarentena y no atraca en puerto. Tintín desafiando la supuesta enfermedad a bordo, que considera un ardid, sube al barco y descubre a su amigo Tornasol al que han suministrado un poderoso lenitivo. Descubierto, tiene que saltar por la borda. Los secuestradores se llevan al profesor del barco y Tintín y Haddock pierden la pista. Un niño, al que Tintín ayuda frente a unos gamberros, le ayuda a encontrar la pista y le hace una sorprendente revelación: el reinado de los incas no ha muerto y un rey gobierna en un reino escondido en las montañas andinas. Y hacia allí se dirige la expedición atravesando numerosas aventuras. Fortuitamente dan con una entrada al Templo del Sol y son hechos prisioneros. Condenados a la pira por intrusos, consiguen salvarse merced a un ingenioso ardid que prepara Tintín sabedor de que muy pronto va a tener lugar un eclipse de sol. Indultados por el Inca, reciben valiosos regalos y vuelven con Tornasol a Europa.
El templo del Sol
EDICIONES

Editorial Casterman, 1949 en francés, en color
No ha habido modificaciones
Editorial Juventud.
Primera edición: 1961, con lomo de tela amarillo
Traducción del francés: Concepción Zembrera
Sin ISBN en sus cuatro primeras ediciones (falta confirmar la tercera edición)
ISBN 13: 978-84-261-0837-1 (978-84-261-1405-1, rustica)
ISBN 10: 84-261-0837-7 (84-261-1405-9, rustica)
Encuadernado en cartoné   Formato: 23 x 30 cm
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Los Andes son una cadena de montañas que nace en los 56 grados de latitud sur y se extiende a los 11 de latitud norte (unos 7.500 Km), atravesando Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y parte de Venezuela. Su altura media llega a los 4.000 metros, aunque algunos picos superan los 6.000 metros. Y junto a ellos, grandes valles con exuberante vegetación.
POR QUÉ ESTE ÁLBUM NO SE PUBLICO EN PERÚ


Este álbum no se publicó en Perú a causa del mapa dibujado por Hergé en la primera viñeta de El Templo del Sol. En ella, Ecuador tiene más territorio que el reconocido por Perú y por la comunidad internacional; sin duda un error debido a que el dibujante utilizó un mapa de Sudamérica publicado en Ecuador.
La disputa entre ambos países por unos 200.000 km cuadrados de amazonia, viene desde sus propias independencias a principios del siglo XIX. Esta disputa ha constituido el conflicto fronterizo más largo jamás conocido en el continente.

España dividió su imperio en las Américas en dos grandes virreinatos: el de Perú y el de Nueva España (en Norteamérica). En 1717, Felipe V desgajó del Virreinato del Perú uno nuevo al que llamó de Nueva Granada. Este virreinato comprendía las Reales Audiencias de Santa Fe de Bogotá (hoy Colombia), Panamá, Quito (hoy Ecuador) y Venezuela. En 1740, el mismo rey, para evitar confusiones entre sus virreyes, fijó por Cédula Real los límites entre la Real Audiencia de Quito y el Virreinato del Perú.

Sin embargo, en 1802, la Audiencia de Quito se pasa a Perú. Y a partir de esa fecha comienzan una serie de anexiones y segregaciones que desembocan en el primer conflicto tras la independencia de la metrópoli.

En 19 de agosto de 1819 se independiza de España la Gran Colombia que comprende Cundinamarca (hoy Colombia), Venezuela y Quito (hoy Ecuador). Poco después, Bolívar y San Martín proclaman le República del Perú.

Muy pronto surgen las primeras disputas territoriales entre Perú y la Gran Colombia que dan paso a conflictos por la demarcación de sus límites. Con la disolución de la Gran Colombia tras el descontento con el gobierno de Bolívar, se crean varias repúblicas, entre ellas la de Ecuador.

La nueva república ecuatoriana disputa ahora con la peruana los territorios señalados
en color verde claro y comienza un período de negociaciones y guerras que llegan al siglo XX y que implicaron también al Brasil y a Colombia.
Tras la terrible guerra de Ecuador y Perú entre 1941 y 1942, se llega al llamado Protocolo de Río de Janeiro, que no fue reconocido por Ecuador. Sin embargo, con el acuerdo de Basilea de 1998 se ha llegado a un pacto suscrito por el entonces presidente peruano Alberto Fujimori y su colega ecuatoriano Jamil Mahuad,  que hoy en día sigue vigente.
A pesar de ello, muchos ecuatorianos rechazan ese acuerdo y siguen reclamando buena parte de la amazonia peruana, tal como señala el dibujo en  el área de color verde claro.

Y precisamente esta área es la que aparece en el mapa que dibujó Hergé en su viñeta y que dio origen a que en Perú se prohibiese el álbum El Templo del Sol.

TINTIN Y EL NATIONAL GEOGRAPHIC

Hergé nunca estuvo en Perú, ni en Ecuador. Basaba sus historias en hechos que leía en Le Crapouillot, una revista satírica, y en el National Geographic. En una ocasión, el embajador peruano que preguntó a Hergé acerca de los lugares que había recorrido de Perú, se quedó asombrado al escuchar que jamás había estado en aquel país. La idea de colocar la intriga de El Templo de Sol en los andes peruanos se basó, sin duda, en un número de febrero de 1938 publicado en el National Geographic que trataba sobre los incas y donde aparecían ilustraciones, como la que está más arriba, que inspiraron a Hergé.
LOS INCAS: TAN CONQUISTADORES Y «MALÍSIMOS» COMO PIZARRO


Inca significa emperador y así eran los verdaderos jefes de un imperio que llegó dominar una extensión igual a 4 veces la de España. Se extendió por la zona andina entre los siglos XV y XVI y logró su máximo esplendor cuando abarcó la zona que marca la imagen. Fue conocido como Tahuantisuyo, es decir, "los cuatro lados del sol".

Este imperio se logró con guerras y victorias, a partir del triunfo de los cuzqueños dirigidos por Pachacutec frente a los estados chancas, a mediados del siglo XV. Esta etapa de expansión fue continuada por su hermano Capac Yupanqui y por el décimo y undécimo inca, Tupac Yupanqui y Huayna Capac. Durante el reinado de estos emperadores, los incas lograron el máximo desarrollo de su cultura, ciencia y tecnología, sentando las bases de la cultura andina.

Tras este período de apogeo, vino el declive motivado, sobre todo, por la confrontación entre los hijos de Huayna Capac, el más grande de los emperadores inca: los hermanos Huascar y Atahualpa. Ambos se enfrentaron en una guerra fratricida en la que vencería este último en el año 1532. Durante esa década, habían llegado a la zona tropas españolas al mando del extremeño Francisco de Pizarro que capturó al Inca y luego lo ejecutó.

No acabaron con este asesinato los incas del Perú: varios rebeldes, conocidos como los "Incas de Vilcabamba" continuarían la lucha contra los españoles hasta que en 1572 fue capturado y decapitado el último de sus dirigentes: Túpac Amaru I.

Me permito decir llegado a este punto, que las tonterías contra los invasores españoles que se oyen por Caracas en sesiones radiadas deberían aplicarse igualmente a los Incas que con su poderío aplastaron igualmente a otras culturas como los Bracamoros, Cañaris, los Cofán, los Pastos...

Hergé, en este álbum, dibujo el Machu Picchu, según vemos en la ilustración inferior (el pico superior). Según documentos de mediados del siglo XVI, Machu Picchu habría sido una de las residencias de descanso del primer emperador, Pachacútec (1438-1470), aunque no hay que descartar el carácter religioso de la ciudad que bien pudiera haber sido, al mismo tiempo, palacio y santuario.
En este relato de Hergé, Tintín se libra de ser quemado en la hoguera gracias a que lee en un viejo periódico, que el capitán llevaba para guardar una caja de cartuchos, que iba a tener lugar un eclipse de sol. Dado que el Inca concede a sus prisioneros la voluntad de decidir el día de su muerte, abrasados por el fuego purificador, Tintín elige la fecha del eclipse, y llegada la hora invoca al astro para que oculte su rostro; la perplejidad de los incas al ver que el Sol le obedece es suficiente para que dejen en libertad a los prisioneros y aún les colmen con riquezas.

Pero, la pregunta surge de inmediato
¿SABÍAN LOS INCAS POR QUÉ SE PRODUCÍAN ESTOS ECLIPSES?
Entre 1943 y 1946 no hubo más que un eclipse total de sol sobre Perú, el 25 de enero de 1944. Pero, es poco probable que tal efecto sorprendiese a los habitantes de nuestro cuento ya que esos acontecimientos eran interpretados por los incas como el acto amoroso entre el Sol y la Luna y, por consiguiente, estaban acostumbrados a celebrarlos.

Los incas, al parecer, conocían el llamado "periodo Saros" que ya averiguaron los babilonios (un período de 223 lunas, lo que equivale a 18 años, tras el cual la Luna y la Tierra repiten la misma posición en sus órbitas, y, por tanto, el ciclo de los eclipses).

El truco utilizado por Hergé, sin embargo, resulta efectivo, de una imaginación sin límites y resuelve una situación difícil. El capitán Haddock, ignorante de lo que tramaba Tintín, casi se vuelve loco de contento cuando la Luna se interpuso entre la Tierra y el Sol.