IRAQ, EL PARAISO PERDIDO

Viajé a Irak en 2000, diez años despues de la invasión de Kuwait por Bush padre, para analizar la realidad social y económica del país. Allí conseguimos las primeras imágenes de los campos petrolíferos cercanos a Kuwait y el hasta entonces casi desconocido puerto de Um Qasr. Y por primera vez ante unas cámaras de televisión, Amir Rashid, el ministro del Petróleo del régimen de Sadam, en una tensa entrevista, que acabó mal, reconoció que su gobierno vendía crudo fuera del control de la ONU.


En el reportaje hago especial referencia al programa petróleo por alimentos decretado por la ONU en 1996 y que pretendía mitigar la dureza del embargo a la que estaba sometido el país. También destaco la alta tasa de mortalidad infantil a causa de la leucemia provocada por el uranio enriquecido empleado en la guerra.

En Bagdag conseguí el permiso (era la primera vez que lo obtenía un equipo de televisión) para rodar los campos petrolíferos cercanos a Kuwait, así como las distintas labores de perforación. También me autorizaron a filmar el puerto de Um Qasr, desde donde los petroleros transportan el crudo al mundo entero a cambio de alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad. Entonces ese nombre no era tan conocido como lo es ahora, y entrar allí supuso visitar muchos despachos y contestar a muchas preguntas.

En el documental quedó recogido el testimonio del Ministro del Petróleo iraquí, quién, en una tensa entrevista,  reconoció que su país comercia con otras naciones fuera del control de la ONU.

También recogí el punto de vista de la FAO y de Naciones Unidas en Iraq, junto con la opinión del encargado de Negocios de la Embajada de España en Irak.

Finalmente, estuvimos en las arenas del desierto donde aún había carros de combate destruidos, testigos de un conflicto que aún no ha concluido.

Obviamente, la situación que se refleja en el reportaje ha quedado superada por el tiempo transcurrido.
  Reportajes para TVE (En Portada)
                  


Extracto de la tensa entrevista con el entonces ministro del petróleo iraquí, Amir Rashid, mantenida en el año 2000. Un soplo que me dio la noche anterior de la entrevista, un espía español, me dio los datos para hacerle las preguntas. No solo contestó abiertamente, tras varias insistencias, sino que me acusó de ser espía de la CIA y se fue del despacho, dejandome a mi equipo y a mi, esperando nuestra suerte.
En 2003, volví a Iraq para cubrir la III Guerra del Golfo. En este vídeo, se ven algunas escenas que rodamos mis compañeros o yo de aquellos días. Lógicamente, en aquellos días estábamos más preocupados por captar las imágenes del conflicto que la vida particular de unos periodistas de televisión enviados a Bagdad.

Era el año 2003, cuando comenzó la llamada Guerra de Iraq, o III Guerra del Golfo, encabezada por los Estados Unidos de Norteamérica y varios países occidentales, sin el amparo o autorización de la ONU. Entonces, el presidente George W. Bush, el primer ministro británico, Tony Blair, y el jefe del Gobierno español, José María Aznar, lideraron el conflicto bélico contra el presidente iraquí, Saddam Husein, al que acusaban de fabricar y poseer armas de destrucción masiva; una acusación que, ya al comienzo del conflicto, sabían que no era cierta. Aquel conflicto, que duró hasta el 2011, provocaría la creación de Al Qaeda y la mayor ola de crímenes en occidente cometida por esta organización terrorista.
ASÍ VIVÍ LA GUERRA DE IRAQ DE 2003
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